Descubre el poder del descanso consciente
El yoga restaurativo no es solo estirar y relajarse. Es aprender a reconectar con tu cuerpo desde un lugar de calma genuina. Aquí trabajamos con personas que quieren profundizar más allá de las posturas básicas y entender cómo el descanso activo transforma no solo el cuerpo sino toda tu manera de vivir.
Conoce nuestro programa
Por qué es diferente lo que hacemos
La mayoría de las certificaciones te dan un manual y te desean suerte. Nosotros trabajamos distinto. Cada alumno recibe seguimiento individual porque entendemos que cada cuerpo responde diferente a las prácticas restaurativas. No estamos formando instructores en serie—estamos formando profesionales que realmente saben lo que hacen.
El enfoque que te cambia
Aquí vas a pasar más tiempo sintiendo que memorizando. Porque una cosa es saber los nombres en sánscrito de las posturas y otra muy distinta es entender qué está pasando en tu sistema nervioso cuando sostienes una postura durante ocho minutos. Ese tipo de conocimiento solo se adquiere practicando con consciencia y recibiendo feedback honesto.

Cómo se estructura tu aprendizaje
No seguimos el formato típico de fin de semana intensivo. Este tipo de práctica necesita tiempo para integrarse—y eso significa espaciar las sesiones para que tu cuerpo asimile realmente lo que está aprendiendo.
Fundamentos corporales
Empezamos entendiendo cómo funciona tu anatomía en reposo. No es solo teoría—es aplicación directa en tu propio cuerpo para que identifiques patrones de tensión y compensación.
Técnicas de soporte
Aprendes a usar props de manera inteligente. No se trata de acumular bloques y mantas—sino de saber exactamente dónde colocar cada elemento para crear el efecto deseado en el sistema nervioso.
Secuenciación restaurativa
Te enseñamos a armar secuencias que realmente funcionen. Hay una lógica detrás del orden de las posturas—y una vez que la entiendes, puedes adaptar tu práctica para cualquier necesidad específica.
Ajustes y observación
Desarrollas tu capacidad de ver qué necesita cada alumno sin que te lo digan. Es esa habilidad de leer el lenguaje corporal y hacer micro-ajustes que marcan toda la diferencia en la experiencia de quien practica.
Enseñanza aplicada
Desde el segundo mes ya estás guiando prácticas supervisadas. Porque no hay mejor forma de aprender a enseñar que haciéndolo—con alguien experimentado observando y dándote feedback inmediato.
Práctica personal sostenible
Al final del programa, lo que realmente importa es que tengas una práctica propia que puedas mantener a largo plazo. No tiene sentido enseñar algo que tú mismo no practicas con regularidad.

Lo que más valoro es que nunca me hicieron sentir que había una forma correcta única de hacer las cosas. Me enseñaron principios sólidos y después me dieron espacio para desarrollar mi propio estilo de enseñanza. Eso me dio muchísima confianza cuando empecé a dar clases por mi cuenta.
Instructora certificada en 2024

El programa completo arranca en septiembre 2025
Son seis meses de formación con encuentros semanales. No es algo que puedas hacer mientras trabajas tiempo completo en otra cosa—necesitas tener disponibilidad real para dedicarle el tiempo que merece.
El grupo es pequeño porque así funciona mejor. Máximo doce personas para que haya espacio de trabajo individualizado con cada alumno.
- 24 sesiones presenciales distribuidas en seis meses con prácticas supervisadas
- Acceso a biblioteca de recursos digitales con anatomía aplicada y videos de referencia
- Sesiones mensuales de preguntas abiertas para resolver dudas específicas
- Material completo de estudio que incluye guías de secuenciación y protocolos de seguridad
- Certificación reconocida después de completar programa y evaluación práctica final
Lo que vas a poder hacer después
No prometemos que vayas a tener agenda llena al mes siguiente de terminar. Pero sí te aseguramos que vas a tener las herramientas para construir algo sólido si le dedicas tiempo y esfuerzo.
Diseñar clases efectivas
Sabrás armar secuencias que tengan sentido desde lo anatómico y lo energético. Ya no vas a improvisar con la esperanza de que funcione—vas a saber exactamente qué estás haciendo y por qué.
Trabajar con casos específicos
Vas a poder adaptar tu enseñanza para personas con lesiones, estrés crónico o limitaciones de movilidad. Porque el yoga restaurativo funciona especialmente bien con poblaciones que no pueden hacer prácticas dinámicas.
Integrar en otros contextos
Muchos de nuestros egresados usan estas técnicas en clases de yoga dinámico, talleres de manejo de estrés o sesiones terapéuticas. El conocimiento es aplicable en múltiples formatos—no solo clases restaurativas puras.
Requisitos de ingreso
Necesitas al menos dos años de práctica regular de yoga. No importa el estilo—pero sí que tengas experiencia corporal suficiente para entender de qué estamos hablando cuando trabajamos con sensaciones sutiles. También pedimos una entrevista previa porque queremos asegurarnos de que el programa es adecuado para lo que estás buscando.
Ubicación y formato
Las clases son en nuestro estudio en Coyoacán. Todas las sesiones son presenciales porque este tipo de aprendizaje no funciona igual por pantalla—necesitas estar en el espacio sintiendo en tu propio cuerpo y recibiendo ajustes en tiempo real.
Siguiente paso
Si esto resuena contigo, escríbenos para agendar una conversación. Te contamos más detalles sobre el programa, costos y fechas. Y tú nos cuentas qué te trae por aquí y qué esperas llevar de esta formación.
Contactar